¿Qué son los cheques propios?

Los cheques propios son documentos de valor, debido al cual el portador puede autorizar a un tercero a extraer una determinada suma de dinero de una cuenta bancaria. Se le da el nombre de “librador” a quien emite el cheque. Este es el que va a determinar la cantidad de dinero que la entidad bancaria tendrá que pagar a la otra persona que recibe el nombre de “beneficiario”. Las entidades bancarias pueden ofrecer a los clientes el servicio de chequeras personales para que estos puedan hacer todo tipo de pagos a terceros a través de estos cheques propios. Se emiten contra cuenta corriente de una persona física o jurídica.

¿De qué manera se cobran los cheques propios?

Los cheques propios pueden pertenecer tanto a una persona física como a una jurídica. En este último caso, puede ser, por ejemplo, una empresa. poseen diferentes características en función del beneficiario de la emisión y el cobro. El librador del cheque puede emitirlo al portador, a la orden o no a la orden. En el primero de los casos, al portador, el cheque puede cobrarse por cualquier persona que se presente con este en una entidad bancaria.

Cuando es cheque a la orden, por su parte, el titular de la cuenta debe indicar con nombre y apellido el beneficiario específico de este, el cual debe endosarlo. Si es librado a favor de una persona jurídica, se debe endosar con la dirección de la empresa, el sello, la firma y el CUIL.

Por último, cuando se trata de un cheque no a la orden, el beneficiario no pueden endosarlo. Por el contrario, lo que debe hacer es cobrarlo al transferirlo a su cuenta bancaria.

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Los cheques propios, con respecto a su cobro, pueden ser certificados, cruzados o diferidos. Cuando son certificados cuentan con una fórmula que emite el banco para certificar que la cuenta corriente que libra cuenta con los fondos necesarios para ese cheque en un plazo de cinco días hábiles. El cheque cruzado hace que el librador determine que el cobro se puede hacer solamente mediante el depósito en otra cuenta y no a través de retiros en efectivo. Finalmente, el cheque de pago diferido se puede cobrar en fecha posterior a la de su emisión. El librador determina una fecha de cobro que sea posterior dentro de los 360 días de emitido este cheque.

Consejos para manejar cheques propios

Siempre se recomienda llevar un buen control de la chequera de forma regular. Es lo que se considera indispensable para poder llevar hábitos financieros que sean saludables. Esto es importante para poder tener un mayor control financiero y más seguridad. Uno de los principales consejos para poder hacer esto de la mejor manera es creando una chequera. A través de esta, se puede llevar un mejor control de la gestión de los cheques propios que se utilizan.

Algunos consejos a tener en cuenta para gestionar la chequera de la mejor manera son:

  • Contar los cheques antes de firmar de recibido
  • Mantener la chequera guardada en un lugar que sea seguro
  • Llenar los talones de la manera adecuada y prestando atención
  • Escribir siempre con letra clara y sin espacios
  • Asegurarse de contar con los fondos necesarios
  • Evitar emitir cheques al portador
  • Revisar el estado de cuenta
  • Reportar en caso de encontrar algún tipo de anomalía

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