¿Refinanciar o reprogramar una deuda?

La pandemia del nuevo coronavirus ha afectado considerablemente la situación económica de una gran parte de la población mundial y de las empresas. Ante este escenario complejo, muchas entidades financieras o prestarías han llevado a cabo la formulación de distintas alternativas para poder ayudar a que sus clientes cumplan con el pago de sus préstamos o créditos, a fin de evitar el aumento de sus deudas. A continuación, hablamos acerca de estas alternativas.

Reprogramación o refinanciación de deuda

Las dos alternativas principales que las entidades financieras están ofreciendo a sus clientes son la reprogramación y la refinanciación de deuda. La reprogramación es una herramienta de utilidad para todas esas personas que están al día con sus pagos. Esto se debe a que permite a los clientes acceder a un período de gracia adicional. De esa manera, se ayuda a los clientes a cumplir con sus vencimientos, evitando caer en mora.

Por su parte, la refinanciación es adecuada para quienes tienen ya una cantidad determinada de cuotas vencidas sin pagar y desean regularizar dicha situación para poder salir de la mora. Su principal objetivo como medida es ofrecer a los clientes la posibilidad de ponerse al día con sus deudas, ajustando la cuota del crédito a la capacidad de pago que tiene en la actualidad y extendiendo el plazo de devoluciones.

El primero de estos casos es una alternativa que se recomienda especialmente para los clientes que están al día con sus pagos. Es para personas que tienen de por sí una buena calificación en las centrales de riesgo, aunque están enfrentando en la actualidad algunos problemas para poder realizar el pago de sus cuotas mensuales. Dichos cambios en la capacidad de pago de los clientes, que es algo que viene sucediendo especialmente durante la pandemia, impide que algunas personas cumplan con sus obligaciones de pago.

En el siguiente caso, la refinanciación es una estrategia que se recomienda para prácticamente cualquier cliente, sea personas con buen comportamiento de pago y pagos al día o para quienes presentan atrasos en sus obligaciones financieras.

Casos y condiciones en que se aplican estas alternativas

Al momento de seleccionar una reprogramación por tener problemas para llevar a cabo los pagos correspondientes, lo que es importante recordar es que se trata solamente de un cambio en la fecha del pago que se tenía anteriormente. De esa manera, a lo que se accede es a un mayor plazo de tiempo para realizar el pago, sin que esto implique la generación de intereses adicionales por tardar en el pago. No obstante, esto es de esa manera en caso de que el cliente cumpla adecuadamente con la nueva fecha que se le ha propuesto.

Por el contrario, en la refinanciación, lo que se logra es un cambio en las condiciones de contratación del crédito. Esto provoca modificaciones tanto en el interés como en la cuota y en los plazos. En este caso, lo que tienen en cuenta las entidades financieras es que, para que el cliente pueda cumplir con los pagos con los que no ha podido cumplir recientemente, la cuota necesita ser más pequeña a la que tiene en la actualidad. De esa manera, se aumentan las posibilidades de que el cliente pueda cumplir.

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