La Unidad de Valor Adquisitivo UVA equivale a la milésima parte del costo promedio de construcción habitacional de vivienda en un metro cuadrado. El valor se actualiza de manera diaria en función a la variación del Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER), que se basa en el índice de precios al consumidor. El valor de la UVA en pesos es publicado diariamente por el Banco Central de la República Argentina (BCRA).
De esa manera, la estrategia detrás de las UVA consiste especialmente en que la misma se pueda ajustar a la evolución del costo de construcción. En otros términos, la UVA se indexa a alguna variable que refleje esa evolución de los precios del sector que genera la necesidad de que se tomen préstamos hipotecarios. El objetivo de esto es poder expresar los precios de las transacciones a largo plazo en peso, como moneda local. Ello, para así poder generar un desacoplamiento de las variaciones de una divisa extranjera, como es el caso principalmente del dólar. La mayor dificultad con la que nos encontramos en este sentido tiene que ver con que el flujo de los ingresos de los potenciales tomadores de crédito se encuentra expresado en pesos, por lo que no necesariamente se acaban ajustando a la misma velocidad o al mismo nivel que el UVA.
El CER se calcula de forma diaria, mientras que el IPC (índice de precios al consumidor) se calcula de forma mensual. Por eso, el primero es un tipo de proyección geométrica del IPC que calcula el BCRA. Por último, el IPC se encuentra en función de la variación de precios de una canasta de bienes y de servicios que es representativa de la población y estimada por el INDEC.
¿Cómo funciona la asignación del crédito con modalidad UVA?
Para el caso de los créditos hipotecarios, tras presentarse los requisitos en el banco en donde se va a tomar el crédito y tras presentar las documentaciones necesarias, el banco se encarga de hacer ua evaluación con respecto a quien solicita, calculando además el mondo del crédito que puede ser prestado a esa persona de acuerdo a su perfil de riesgo. Además de créditos hipotecarios, con el correr del tiempo se han ido implementando también UVAs para plazos fijos o para créditos prendarios.
Una vez que se ha establecido ese monto, se firma el denominado preacuerdo. Este es el que indica la elegibilidad de la persona solicitante para que esta pueda tomar un préstamo hipotecario. Con eso es que se logra congelar la tasa de interés que va a percibir el banco por brindar ese servicio o préstamo. Por lo general, el trámite requiere de la presentación de documentaciones adicionales, como puede ser el caso de los documentos específicos exigidos por diferentes colegios profesionales que intervienen.
En comparación con otros préstamos tradicionales, los UVA se ajustan al capital adeudado. Estos cobran una tasa de interés que es baja si se compara con la modalidad tradicional. Ocurre ello porque el sistema de amortización de deuda difiere. Por otra parte, la tasa pactada en créditos tradicionales difiere de la de créditos UVA.