Cuando se decide hacer inversiones, hay una serie de factores muy influyentes que generan que las personas se decanten por un producto o por otro. Esto es lo que se conoce con el nombre de estrategia de inversión, que lo que busca es colocar el dinero obtenido a través del financiamiento en las áreas más adecuadas para obtener los mejores resultados posibles.
Entre los distintos factores que condicionan este campo, podemos mencionar: la rentabilidad, el tiempo, la seguridad, entre otros. En esta ocasión, nos interesa hacer hincapié especialmente en la seguridad. Queremos brindar algunos consejos para tener unos buenos niveles de seguridad en la cartera de inversiones para sentir que el dinero se está rentabilizando y que son pocos los riesgos de pérdida que estamos asumiendo.
Consejos a tener en cuenta
Analizar la propia capacidad de inversión
Conocer las propias capacidades de inversión requiere de tomarse el tiempo para hacerse algunas preguntas y responderlas a conciencia. Eso es lo que va a permitir conocer realmente en qué situación estamos, cuáles son nuestras características en la actualidad y poder, a partir de allí, tomar las mejores decisiones. Algunas de esas preguntas que es clave hacerse son:
- ¿Cuánto quiero invertir?
- ¿Qué miedo al riesgo tengo?
- ¿Cuánto tiempo espero que dure mi inversión?
- ¿Cuál es la relación que enfrento entre el riesgo y la rentabilidad?
Es respondiendo a esta pregunta que se va a poder conocer en detalle cuál es el perfil inversor que se tiene. A partir de ello, se pueden determinar con certeza cuáles son las necesidades de inversión y los límites.
Productos de seguridad
Hay una serie de productos a los que se puede acceder cuando se toma la decisión de invertir. Algo que se puede hacer es analizarlos todos para poder tener una noción básica y de esa manera poder tomar una decisión eligiendo correctamente los que mejor se puedan adecuar a las necesidades y preferencias de cada caso.
Analizar los productos elegidos
Una vez que se han elegido los productos, es muy importante tomarse el tiempo para analizarlos de manera exhaustiva. Analizar sus características, sus requisitos, los factores a los que estos tienden a estar asociados, descartando todos los que no sean considerados como adecuados para el caso teniendo en mente el perfil inversor anteriormente mencionado.
Los aspectos que se deben tener en cuenta en este punto son el costo, los plazos y las garantías. En el caso de los costos, hay que prestar atención a las comisiones, para que el dinero obtenido no se pierda en ellos. En segunda instancia, hay que evaluar los plazos, especialmente entendiendo si la intención es invertir a largo plazo o a corto. Esto va a determinar otros factores como pueden ser la rentabilidad y el riesgo. Finalmente, hay que evaluar el tema de las garantías. Es el aspecto más importante y el que determina la seguridad de las inversiones en general, ya que las garantías del producto son las que respaldan la inversión reduciendo los posibles riesgos de pérdidas en caso de que algo suceda.
Analizar las entidades
Cada producto es ofrecido por distintos tipos y formatos de entidades financieras y prestadoras. Cada una tiene una serie de cuestiones legales que debe mostrar para que los clientes sepan que es confiable. Es importante evaluar que las entidades a las que se pretende consultar cuenten con los elementos legales necesarios, entre los que se encuentran las políticas de privacidad y los términos y condiciones especialmente. Es importante constatar de que se trata efectivamente de una entidad financiera real.
Estos son algunos de los puntos clave a tener en cuenta para cuidar la seguridad de las inversiones. A partir de esto, es posible dar los siguientes pasos para poder hacer crecer un negocio o emprendimiento productivo.