Terreno para alquilar o vivir: cosas a tener en cuenta

Cuando se busca un terreno para construir, son muchas las cosas que se deben tener en cuenta. Este accionar puede ser para generar una vivienda que habitar o para la construcción de un espacio dedicado al alquiler. En cualquiera de los dos casos, hay factores a los que se debe estar atentos y te los contamos a continuación.

1.      La orientación

En ocasiones, la orientación parece algo que carece de importancia. Sin embargo, va a condicionar las posibilidades y las condiciones de vida de la vivienda a construir. En definitiva, la orientación del terreno es la que determinará que éste reciba la luz solar adecuada, en qué cantidades, la temperatura media que la vivienda pueda alcanzar y, además, cuánto se puede reducir o incrementar el gasto energético.

2.      La pendiente

Algo que se debe tener en cuenta es que no todos los terrenos que están a la venta son igualmente aptos para la construcción. La pendiente es uno de los factores determinantes de esto.

Al momento de ir a comprar, se debe tener en cuenta que los terrenos con pendientes tienden a ser más económicos que otros. No obstante, esto se vincula a las dificultades que ello genera para la construcción. Adecuar la vivienda en la edificación a las condiciones de un terreno en pendiente puede terminar siendo más caro.

3.      El subsuelo

Si seguimos en la pregunta de cómo saber si un terreno es bueno para la construcción, además de la pendiente, debemos tener en cuenta el subsuelo. Para conocer las condiciones del subsuelo del terreno se debe establecer un estudio geotécnico. El problema es que este estudio se puede efectuar antes de iniciar el proyecto de construcción, pero no antes de comprar el terreno en cuestión. Para conocer estas condiciones antes de comprar el terreno, lo que se puede hacer es pedir una cata de subsuelo.

4.      Cohesivos o sin cohesión

Finalmente, otro factor importante en el que es importante pensar antes de adquirir un terreno, es si este es o no cohesivo.

Cuando hablamos de suelos cohesivos, estamos haciendo referencia a los que, por sus características, se adhieren fácilmente entre sí. Son estos los que tienden a presentar una muy alta resistencia a la compresión. Estas características tornan al terreno ideal para llevar a cabo en él algún tipo de edificación, ya que ésta será soportada por el suelo.

Por el contrario, los terrenos que denominamos “sin cohesión” son los que se conforman por arena y gravas. Si se encuentran bien compactos, pueden llegar a constituir una base para la cimentación. Pero en estos casos se deben llevar a cabo controles mucho más exhaustivos para garantizar la seguridad de la construcción. También se deben tener en cuenta los niveles de humedad del suelo, que condicionan las posibilidades de edificación.

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