Distintos tipos de tasas de interés

Cuando hablamos de tasa de interés, nos estamos refiriendo al costo que los préstamos o créditos tienen para las personas que los solicitan. Se trata del dinero que los beneficiarios de un crédito dan en retribución al capital que les fue prestado.

Básicamente, existen tres tipos diferentes de tasas de interés: la tasa fija, la variable y la mixta. Dependiendo del tipo de préstamo que se solicite, se determina una clase de tasa para pagar. Además, depende del financiamiento o del banco o cooperativa de crédito que se elija.  A continuación, veremos en qué consisten estos tipos básicos de tasa.

La tasa de interés fija

Como su nombre lo indica, la tasa de interés fija es aquella en la que el monto a devolver se mantiene siempre igual. Por tanto, las cuotas que se pagan durante todo el período de retribución, se mantienen iguales de principio a fin.

En estos casos, la persona o la empresa que solicita el préstamo sabe desde el primer momento cuál es el monto que estará pagando al finalizarlo. Aunque no se da de igual manera en todos los casos o con todas las entidades de préstamo, las tasas fijas tienden a ser un poco más elevadas que las variables. No obstante, se consideran mucho más seguras, ya que las personas que deben abonar no se encontrarán con sorpresas en el camino. En líneas generales, esta tasa de interés se encuentra especialmente en los préstamos y créditos personales y en los préstamos prendarios para automóviles, entre otros casos.

La tasa de interés variable

Por su parte, la tasa de interés variable es un tipo de interés que va variando a lo largo del tiempo. Por eso, mes a mes, las cuotas se van ajustando a través de un criterio específico que es pautado con anterioridad en el contrato mismo del préstamo.

En comparación con el caso anterior, se considera que el préstamo con interés variable tiende a ser más riesgoso. Por eso, se recomienda a quienes lo solicitan contar con un cierto nivel de fluidez financiera, para así poder pagar todas las cuotas. Además, se aconseja que se revise todo el tiempo cómo va fluctuando esa tasa, para así poder tener una referencia de la tendencia. Habitualmente, este interés se usa mayormente para créditos hipotecarios o para préstamos a largo plazo.

La tasa de interés mixta

Finalmente, es momento de hablar de la tasa de interés mixta o combinada. Se trata de una tasa que combina los dos tipos de intereses mencionados con anterioridad: el fijo y el variable. En general, la tasa es fija en los primeros momentos del crédito, volviéndose variable cuando el período de pagos está llegando a su fin.

El objetivo fundamental de este tipo de tasa de interés es que las personas puedan pagar con seguridad las primeras cuotas del crédito, pudiendo hacerse cargo de cuotas más altas cuando la situación económica se estabilice, hacia finales del crédito. Se usa con frecuencia para los créditos hipotecarios.

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