Hoy en día, vivimos en un contexto en el que no es habitual cruzarse con gente que no sea consciente del daño que la sociedad está causando al medio ambiente. El cambio climático, así como la escasez de ciertos recursos naturales indispensables, están llegando a boca y oídos de todos en los últimos años. Lo que muchas personas no saben es que una gran parte de ese daño es ocasionado por los edificios en los que vivimos. Un ejemplo es el caso de la ciudad de Nueva York, donde el 79% de los gases contaminantes emitidos a la atmósfera provienen de los edificios.
Medidas
Con el fin de alcanzar una sociedad más eficiente en el uso y en la gestión sostenible de los recursos y los ecosistemas naturales, en el año 2012, el Parlamento Europeo sacó la Directiva 2012/27/UE, que es relativa a la eficiencia energética, que exige a todos los Estados que son miembros de la Unión Europea la presentación de un plan de acción para poder reducir drásticamente el consumo energético de cada país.
Varias ciudades en el mundo han empezado a tomar medidas en los últimos años para poder reducir sus niveles de contaminación y para poder ser sostenibles. La mayor parte de esas medidas van ligadas a los coches y al tráfico. Hay prohibiciones de circulación y de aparcamiento, con incentivos para la compra de vehículos híbridos y eléctricos. Lamentablemente, son medidas que no alcanzan ya que los altísimos niveles de contaminación son provocados especialmente por sus edificios, llegando a ser causantes de un tercio de las emisiones contaminantes.
Los edificios, con sus modos de construcción actuales, no son solamente muy contaminantes, sino que también consumen una grandísima cantidad de recursos energéticos. La Unión Europea ha marcado pautas en términos de eficiencia energética, obligando a que todos los edificios nuevos sean de consumo energético casi nulo, a partir del 31 de diciembre de 2020.
Se cree que esta medida va a cambiar la forma en que se construye especialmente en Europa. No alcanzará con colocar cualquier material aislante en las fachadas o poner un sistema de climatización, sino que las exigencias serán mayores. En definiciones de la directiva de la Unión Europea, se define:
“Edificio con un nivel de eficiencia energética muy alto, que se determinará de conformidad con el anexo I. La cantidad casi nula o muy baja de energía requerida debería estar cubierta, en muy amplia medida, por energía procedente de fuentes renovables, incluida energía procedente de fuentes renovables producida in situ o en el entorno”.