Los préstamos convencionales vs UVA

Los préstamos ajustables por inflación o UVA adquieren cada vez más peso e importancia en el segmento hipotecario. Esto aunque han también comenzado a difundirse en otras líneas, como las prendarias y las personales. Los créditos UVA constituyen una propuesta del gobierno para así poder dar repuesta a una dificultad de acceso a la vivienda propia de las clases medias urbanas.

¿En qué consisten?

Los préstamos UVA ajustan el capital adeudado en función de la evolución del índice de Precios al Consumidor (IPC), cobrando una tasa de interés que es considerada baja en relación a la modalidad de los préstamos tradicionales.

Hoy en día, los préstamos UVA son vistos como una alternativa superadora a los créditos tradicionales o convencionales, debido a que las cuotas se calculan a partir de una tasa de interés más baja. Además, las primeras cuotas son mucho más reducidas que en la modalidad tradicional, ya que todavía no han sido actualizadas por la inflación. Dado que los bancos colocan un tope o techo a la relación entre la cuota y el ingreso para otorgar préstamos, los UVA se destacan por permitir que quienes tengan un sueldo que no es considerado elevado puedan igualmente acceder a un crédito para el cual no hubiesen podido cumplir con los requisitos con otra modalidad.

No obstante, se debe tener en cuenta que el monto de las cuotas de un préstamo UVA es creciente. Asumiendo que el salario de las personas aumenta a la misma velocidad y cantidad que la inflación, la relación entre la cuota y el ingreso se mantiene constante a lo largo de todo el crédito. Por el contrario, en los casos de los préstamos tradicionales la relación se va licuando a medida que los precios van aumentando. Se trata esta de la principal ventaja que los préstamos tradicionales poseen en comparación con los UVAs.

¿Cuál conviene más?

Suponiendo que una familia logra cumplir con los requisitos para acceder tanto a préstamos convencionales como a préstamos UVA, es importante conocer cuál de estas modalidades es preferible. La respuesta depende especialmente de cómo se comporte la economía a lo largo de la vigencia del crédito en cuestión.

Para llevar adelante una comparación entre las dos modalidades en general, se puede tomar como referencia los créditos que son ofrecidos por el Banco Nación, con tasa de interés del 3,5% anual para el UVA y de 14% para el préstamo tradicional, para un plazo de aproximadamente 20 años y un monto a financiar de 1.000.000 de pesos.

Para ver la conveniencia de cada modalidad, se usan criterios de valor presente. Se compara período a período las cuotas de ambos créditos. El caso de los préstamos UVA se ve fuertemente condicionado por la situación macroeconómica y cómo ésta se vea reflejada en la inflación.

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