La importancia del contador

Para mantener ordenadas tus finanzas y tus impuestos, es aconsejable que contrates a un Contador de suma confianza. Nuestra sugerencia es que trabajes junto a El. No delegues y te desentiendas. Nadie va a cuidar mejor tu economía que vos mismo.

¿Cuál es el beneficio de contratar a un Contador?

El Contador como persona física (contable), tiene la capacidad de gestionar y registrar la contabilidad de una empresa o de una persona. Debes tener presente que la principal característica que define al contador es su capacidad de contar, algo directamente relacionado con el mundo de las finanzas.

Asimismo, tiene a su cargo la responsabilidad ser un asesor de confianza para tomar decisiones financieras en determinados momentos.

Por lo tanto, el rol del contador, como asesor de una empresa, es hacerse cargo de las cuentas, del dinero, de observar los beneficios, los gastos y decirte si tu negocio es rentable o no.

El contador de una persona física se encargará de revisar sus cuentas, sus impuestos y de aportarle información al mismo para analizar que caminos seguir para obtener mejores beneficios con sus ahorros, entre muchas otras funciones.

Tenes que tener presente que la cantidad de información que te solicitan es cada vez mayor.

Si a esto le sumas los grandes cambios que se están dando en las normas fiscales, te darás cuenta de que hay una figura que se presenta esencial en la actualidad: el contador.

El contador público se ocupa de reunir, analizar e interpretar la información de la empresa intentando dar así un cierto sentido a los números. Con estas cifras, proporciona la información que es verdaderamente importante para la toma de decisiones a la par que transmite transparencia y solidez.

Funciones de un contador
Elaborar, analizar e interpretar los estados financieros
Implementar el sistema contable más adecuado para la empresa
Controlar las obligaciones fiscales
Proporcionar información confiable para la toma de decisiones
Establecer un procedimiento óptimo para el registro de las operaciones en la empresa.
Verificar la exactitud de la información que se registra en los libros y en los auxiliares.
Aplicar auditorias internas para verificar que no existan fugas en la empresa.