Acudiendo a bancos y entidades financieras, las personas tienen la posibilidad de acceder a una cuenta de ahorro. Esta se ajusta a las necesidades de cada persona en particular, a fin de generar incentivos para el ahorro y lograr nuevos clientes. Se trata de instrumentos financieros que lo que permiten es un manejo directo del dinero. Los requisitos para poder abrir este tipo de cuenta dependen de las regulaciones establecidas a nivel nacional por el gobierno en cada país en particular. A continuación, veremos todo lo que hay que saber respecto a la cuenta de ahorro, qué es y sus características.
¿Qué son las cuentas de ahorro?
Primero es necesario ir a la definición. Cuando hablamos de cuenta de ahorro estamos haciendo referencia, como ya se dijo, a un instrumento financiero que es ofrecido por los bancos y las entidades financieras. Se otorga a las personas, a fin de que estas puedan tener un espacio institucional en el que guardar dinero y recibir, a cambio, ciertos intereses que permitirían aumentar la cuenta con el paso del tiempo. En muchos casos, se considera una forma de ahorro en la que lograr que el dinero guardado mantenga su valor pese a la inflación general.
Cuando se realiza una cuenta de ahorro, se suele recibir una tarjeta de débito. Lo que esta permite es retirar dinero en cajeros automáticos dispuestos por la entidad financiera. También se pueden recibir depósitos a través de distintos posibles canales que la institución financiera ofrezca, incluyendo opciones como el depósito por ventanilla en sucursal o por vía virtual.
¿Qué opciones de cuenta de ahorro hay?
Las entidades financieras en Argentina pueden ofrecer a sus clientes distintos tipos de cuentas de ahorro. No obstante, si se piensa en términos generales, podemos decir que todas cumplen aproximadamente la misma función. Esto es así independientemente de que las cuentas puedan tener distintos nombres. No obstante, a continuación, mencionamos los tipos de cuenta de ahorro más frecuentes.
La cuenta de ahorro tradicional
Cuando hablamos de cuenta de ahorro tradicional, estamos haciendo referencia a un tipo de cuenta convencional. Esta se abre con un monto mínimo, que es el que permite recibir intereses. También permite mover el dinero a conveniencia de los clientes para cada necesidad particular en cada momento dado.
La cuenta de ahorro para inversión
En este caso, se habla de un instrumento que se utiliza casi especialmente como una forma de ahorro. Se destaca por ofrecer una rentabilidad a tasa fija por el monto que se ahorra colocándolo en la cuenta. Además, el dinero puede utilizarse libremente en el momento que se quiera.
La cuenta de ahorro nómina
Cuando hablamos de cuenta de ahorro nómina, hablamos de una que es abierta por las entidades financieras, a fin de que los empleadores puedan depositar en ella los salarios de los trabajadores. Es un tipo de cuenta de ahorro que no necesita de un monto mínimo para poder abrirse, como sí puede suceder en otros casos en ocasiones. Además, el mantenimiento de la cuenta es algo que paga el empresario que emplea.
La cuenta de ahorro programada
Finalmente, la cuenta de ahorro es una opción que se suele ofrecer a las personas que quieren adquirir un bien. Puede tratarse de un bien como una vivienda o un vehículo, entre otras opciones.
Además de las alternativas anteriormente mencionadas, es importante destacar que existen opciones de cuentas de ahorro para jóvenes y también para niños. Las que se destinan a jóvenes son sistemas de ahorro que los bancos ofrecen a personas de entre 10 y 20 años. A estos se les entrega su primera tarjeta de débito, para que puedan decidir qué hacer con su dinero. Cuando hablamos de cuenta de ahorro para niños, son cuentas abiertas a niños de entre 7 y 11 años. El objetivo de estas cuentas es que los niños puedan ahorrar dinero que sea de su pertenencia por distintas razones. Es un tipo de cuenta que no requiere de una cantidad mínima de dinero para poder abrirse, del mismo modo que en el caso anteriormente mencionado.